Hazlo tú mismo, como la noche y el día
La mala jugada de internet.org está teniendo competidores. La Outernet es una red de servicios apoyada por la empresa Clydespace, con el lanzamiento al espacio satelites en forma de cubo. Ofrece un tráfico de 100MB diarios y tienen el proyecto llegar hasta 1GB al día. Algunos de los servicios disponibles son Open Street Map, Wikipedia o Khan Academy, entre otros. La conexión desde tierra se realiza mediante Raspberry Pi y una antena parabólica de unos 60 euros en formato DIY.
Outernet tiene algunos puntos a su favor: acceso gratuíto, hardware para la conexión más accesible que un PC para los países en vías de desarrollo, servicios que en la pirámide del compromiso están en el nivel de participación, en vez de la recepción pasiva de información o la adhesión pura y dura, y que los responsables del proyecto están a la escucha para añadir nuevos servicios. Otro punto es que no manipula a sus usuarios con un nombre de dominio engañoso tratando de hacerles creer que lo que están usando es digno de llamarse Internet. Básicamante, es como internet.org pero rollo open.
Sin embargo, aunque mejora el acceso a la información y la participación en algunos países, no deja de ser insuficiente un coto cerrado al que sólo se pueden acceder a unos pocos servicios. Incluso aunque Outernet crezca e incluya cientos de ellos, es una restricción artificial frente al práctamente ilimitado número de servidores accesibles en Internet.
Aunque para otro tipo de público, me parece mejor alternativa para el acceso gratuito la iniciativa replicable de Barriohacker, ya que ésta incluye aplicaciones que entran de lleno, o muy cerca, en el nivel de la interacción y han creado la red para que tenga conectividad con Internet, sin más restricción que la impone el ancho de banda común disponible.
Creo que en los próximos años vamos a ver, por una parte, intentos de «corralito» creando redes aisladas, en las versiones gigantistas y «open source» y, por otra, redes distribuidas creadas allí donde sean necesarias y federándolas sin anular Internet para sus usuarios. No está escrito que la libertad en Internet sea eterna y la batalla se librará, de nuevo, entre quienes tienen miedo a la libertad y quienes la defienden.
¿Tenemos listas las armas?
Es interesante Barriohacker, parecido a Güifi.net, me encantan ese tipo de proyectos!
A mí también! Partiendo de dos entornos distintos (uno rural y otro de barrio) se llegan a crear redes distribuidas para cubrir las necesidad de conexión autonoma a la red, justo lo contrario de Outernet y no digamos de internet.org.
La Raspberry Pi, que fue creada como herramienta de empoderamiento, le están dando usos más bien para lo contrario. Hoy leía que la están usando como repetidor de unos sensores que controlan el estado emocional de los internos en psiquiátricos de Canadá. Y de los sujetos experimentales, al control emocional de todo el mundo 🙁